A ESE ABSURDO DE LA IGLESIA CATÓLICA
DE BAUTIZAR NIÑOS…
Hechos 2:38 “Pedro le dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
El primer vocablo oficial del ministerio del Hijo de Dios fue: arrepiéntete, porque el reino de los cielos se ha acercado. Arrepentirse es lo primero que debe hacer alguien que pretenda ser un cristiano de Cristo. Pedro les pidió que tomaran conciencia de sus ofensas al Todopoderoso y se arrepintieran, y que se bautizaran como Jesús lo ordenó, para el perdón de los pecados que proviene de la santa cruz, y recibiréis a Dios Espíritu Santo. Y ligándose a Hechos 3:19, la secuencia de la salvación del alma en sí resulta evidente:
a) Arrepentimiento de todos los pecados, del deterioro del alma, que comenzó con el pecado original.
b) Convertirse, aceptado a Jesucristo como Señor y Salvador, de rodillas.
c) Bautizarse en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Los niños no se arrepienten, los niños no se convierten y los niños no se bautizan. Jesús no bautizó niños, los apóstoles no bautizaron niños y la clara Escritura no registra ningún bautismo infantil, porque los infantes por su sola condición de tal son unos herederos naturales del reino de los cielos, independiente de la naturaleza caída de todos los seres humanos. El que no peca no se extravía, y ese bebé fallecido de dos años de edad no bautizado es un miembro más en la casa del Padre, porque nunca pecó.
1 Corintios 1:16 “También bauticé a la familia de Estéfanas;..”
1 Corintios 16:15 “..,ya sabéis que la familia de Estéfanas…se han dedicado al servicio de los santos.”
En la familia de Estéfanas ni los niños se bautizaron, ni los bebés se dedicaron al servicio de los santos. Dios invita al pecador a la conversión y su posterior bautismo en las aguas, respetando la decisión de cada individuo.
Hechos 2:41 “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados;”
Sólo los jóvenes y adultos reciben su santa palabra, se hacen nuevas criaturas, se bautizan y perseveran en la doctrina de los apóstoles.
Mateo 19:14 “Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.”
Dejen que los niños vengan a mí, porque de ellos, de todos ellos es el reino de los cielos, estén bautizados o no, por su categoría de inocentes. Es el arrepentimiento el que te hace apto para la gracia divina, no un rito bello. Bautizado o no, el pequeñuelo muerto es uno de los propietarios del reino del Redentor, un residente ad hoc, sin importar la naturaleza caída con la cual nacemos todos y sin importar las barbaridades del Catecismo dela Iglesia Católica
Nº 1283.
1 Pedro 1:23 “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.”
La naturaleza de un niño no cambia con nada, aunque lo duchen con agua bendita o sacramentos. Es más, si un adulto se bautiza sin convertirse a Cristo de corazón, tampoco sirve. El hombre renace sólo cuando escucha con su alma el evangelio y acepta al Redentor como el dueño de su vida, de su ser, renunciando a las miserias que gobiernan este mundo. Sin comprensión no hay regeneración ni bautismo.
1 Corintios 1:14 “Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,”
Todos los mencionados enla
Escritura como personas bautizadas son adultos. El Vaticano
tuerce el Nuevo Testamento particularmente, con presunciones antojadizas, para
intentar justificar sus desviaciones. Desde el siglo I, los vasallos de la Palabra de Dios no
bautizan niños. No podemos decir lo mismo del sacramentalismo beatificado por
la religiosidad popular e impía.
Hechos 18:8 “Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados.”
De esa casa y las demás mencionadas por el Nuevo Testamento, sólo los que oyeron la palabra sagrada y creyeron fueron bautizados. Los niños seguramente eran presentados al Señor y bendecidos (Lucas 2:21-22) (Hechos 16: 30-34). “y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios”. Oir, creer, y bautizarse, es el mecanismo del nuevo pacto. El que cree en el Nazareno, el creyente, es el único que puede recibir gracia santificante y bautizarse.
1 Corintios 1:17 “Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio;”
Dar cumplimiento a la ordenanza de Jesús de bautizarse después de redimido es lo correcto; pero los apóstoles del Salvador no vinieron a bautizar, como los católicos, sino a predicar el evangelio puro y sencillo de Cristo Jesús en los cinco continentes.¿ Por qué entonces Cornelio recibió el Espíritu Santo antes de bautizarse? Por que uno se bautiza porque es salvo, no para serlo.
Mateo 28:19 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;”
La instrucción es bautizar en las aguas, a los discípulos. Y para que alguien sea discípulo, un convertido, que aprenda las cosas que el Señor ha mandado, se requiere del uso de la razón, irrebatiblemente (Hechos 8:37-38).
Marcos 10:16 “Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.”
Jesús no bautizaba niños, los bendecía. Jesús ordenó que bautizaran a los discípulos, no a los impúberes (Juan 4:1-2) (Romanos 6:1-4). Los apóstoles bautizaban a creyentes transformados por la sangre preciosa.
2 Timoteo 3:15 “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.”
Estimado niño,la
Escritura te puede hacer sabio para la salvación, en el
momento que corresponda, por la fe en Cristo, en un futuro cercano. Al
diabólicamente terco la
Escritura no le hace sabio para la salvación. El niño Timoteo
se preparaba para su salvación, escudriñando sólo la Biblia. El bautismo
vendría en su tiempo.
Hechos 8:12 “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.”
Se bautizaban hombres y mujeres, se bautizaban mujeres y hombres, no niños. El procedimiento siempre es el mismo para los que se subordinan ala Escritura sin filtros o
agregados:
a) Un redimido anuncia el evangelio de la gracia divina.
b) El pecador cree y acepta a Cristo en su alma, previo arrepentimiento.
c) Se bautiza, siguiendo la ordenanza de Jesús.
Romanos 5:1 “Justificados, pues, por la fe,..”
Romanos 5:2 “…tenemos entrada por la fe a esta gracia..”
La entrada a la gracia, a la puerta del cielo, es por medio de la fe, de la fe en Cristo. Por la fe te justificarás. El bautizado es un militante del reino de Dios que ha decidido libremente apartarse de los principios mundanos y paganos. Muchos bautizados por la iglesia católica hoy son pedófilos, criminales, viciosos, supersticiosos, garabateros o ateos duros, etc, porque jamás dejaron de tener un alma adánica, caída, ni siquiera por un segundo.
Hechos 3:19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados;”
Para pasar del estado de desgracia, en el cual prevalece el pecado original, al de gracia, de gracia santificante, del estado de pecaminosidad al de salvación, los dos únicos requisitos son el arrepentimiento total y la metamorfosis de corazón al Redentor. El redimido que murió al lado de Jesús en la cruz no se bautizó ni pasó por el purgatorio y hoy está sentado en el sofá de la casa del Padre, como todos los niños muertos en el planeta.
Catecismo dela Iglesia Católica
Nº 1283
“En cuanto a los niños muertos sin bautismo,la Liturgia de la Iglesia nos invita a tener
confianza en la misericordia divina y orar por su salvación.”
El Vaticano ora por la salvación de los niños fallecidos sin bautismo, desestimando descaradamente la expresión de Jesús “de los tales es el reino de Dios”. Obviamente si desconocen el destino de un bebé fallecido no bautizado que jamás pecó, no saben donde están parados ni para donde van ( Lucas 18:16). Una religión así no es confiable.
Hechos 2:38 “Pedro le dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
El primer vocablo oficial del ministerio del Hijo de Dios fue: arrepiéntete, porque el reino de los cielos se ha acercado. Arrepentirse es lo primero que debe hacer alguien que pretenda ser un cristiano de Cristo. Pedro les pidió que tomaran conciencia de sus ofensas al Todopoderoso y se arrepintieran, y que se bautizaran como Jesús lo ordenó, para el perdón de los pecados que proviene de la santa cruz, y recibiréis a Dios Espíritu Santo. Y ligándose a Hechos 3:19, la secuencia de la salvación del alma en sí resulta evidente:
a) Arrepentimiento de todos los pecados, del deterioro del alma, que comenzó con el pecado original.
b) Convertirse, aceptado a Jesucristo como Señor y Salvador, de rodillas.
c) Bautizarse en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Los niños no se arrepienten, los niños no se convierten y los niños no se bautizan. Jesús no bautizó niños, los apóstoles no bautizaron niños y la clara Escritura no registra ningún bautismo infantil, porque los infantes por su sola condición de tal son unos herederos naturales del reino de los cielos, independiente de la naturaleza caída de todos los seres humanos. El que no peca no se extravía, y ese bebé fallecido de dos años de edad no bautizado es un miembro más en la casa del Padre, porque nunca pecó.
1 Corintios 1:16 “También bauticé a la familia de Estéfanas;..”
1 Corintios 16:15 “..,ya sabéis que la familia de Estéfanas…se han dedicado al servicio de los santos.”
En la familia de Estéfanas ni los niños se bautizaron, ni los bebés se dedicaron al servicio de los santos. Dios invita al pecador a la conversión y su posterior bautismo en las aguas, respetando la decisión de cada individuo.
Hechos 2:41 “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados;”
Sólo los jóvenes y adultos reciben su santa palabra, se hacen nuevas criaturas, se bautizan y perseveran en la doctrina de los apóstoles.
Mateo 19:14 “Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.”
Dejen que los niños vengan a mí, porque de ellos, de todos ellos es el reino de los cielos, estén bautizados o no, por su categoría de inocentes. Es el arrepentimiento el que te hace apto para la gracia divina, no un rito bello. Bautizado o no, el pequeñuelo muerto es uno de los propietarios del reino del Redentor, un residente ad hoc, sin importar la naturaleza caída con la cual nacemos todos y sin importar las barbaridades del Catecismo de
1 Pedro 1:23 “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.”
La naturaleza de un niño no cambia con nada, aunque lo duchen con agua bendita o sacramentos. Es más, si un adulto se bautiza sin convertirse a Cristo de corazón, tampoco sirve. El hombre renace sólo cuando escucha con su alma el evangelio y acepta al Redentor como el dueño de su vida, de su ser, renunciando a las miserias que gobiernan este mundo. Sin comprensión no hay regeneración ni bautismo.
1 Corintios 1:14 “Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,”
Todos los mencionados en
Hechos 18:8 “Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados.”
De esa casa y las demás mencionadas por el Nuevo Testamento, sólo los que oyeron la palabra sagrada y creyeron fueron bautizados. Los niños seguramente eran presentados al Señor y bendecidos (Lucas 2:21-22) (Hechos 16: 30-34). “y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios”. Oir, creer, y bautizarse, es el mecanismo del nuevo pacto. El que cree en el Nazareno, el creyente, es el único que puede recibir gracia santificante y bautizarse.
1 Corintios 1:17 “Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio;”
Dar cumplimiento a la ordenanza de Jesús de bautizarse después de redimido es lo correcto; pero los apóstoles del Salvador no vinieron a bautizar, como los católicos, sino a predicar el evangelio puro y sencillo de Cristo Jesús en los cinco continentes.¿ Por qué entonces Cornelio recibió el Espíritu Santo antes de bautizarse? Por que uno se bautiza porque es salvo, no para serlo.
Mateo 28:19 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;”
La instrucción es bautizar en las aguas, a los discípulos. Y para que alguien sea discípulo, un convertido, que aprenda las cosas que el Señor ha mandado, se requiere del uso de la razón, irrebatiblemente (Hechos 8:37-38).
Marcos 10:16 “Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.”
Jesús no bautizaba niños, los bendecía. Jesús ordenó que bautizaran a los discípulos, no a los impúberes (Juan 4:1-2) (Romanos 6:1-4). Los apóstoles bautizaban a creyentes transformados por la sangre preciosa.
2 Timoteo 3:15 “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.”
Estimado niño,
Hechos 8:12 “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.”
Se bautizaban hombres y mujeres, se bautizaban mujeres y hombres, no niños. El procedimiento siempre es el mismo para los que se subordinan a
a) Un redimido anuncia el evangelio de la gracia divina.
b) El pecador cree y acepta a Cristo en su alma, previo arrepentimiento.
c) Se bautiza, siguiendo la ordenanza de Jesús.
Romanos 5:1 “Justificados, pues, por la fe,..”
Romanos 5:2 “…tenemos entrada por la fe a esta gracia..”
La entrada a la gracia, a la puerta del cielo, es por medio de la fe, de la fe en Cristo. Por la fe te justificarás. El bautizado es un militante del reino de Dios que ha decidido libremente apartarse de los principios mundanos y paganos. Muchos bautizados por la iglesia católica hoy son pedófilos, criminales, viciosos, supersticiosos, garabateros o ateos duros, etc, porque jamás dejaron de tener un alma adánica, caída, ni siquiera por un segundo.
Hechos 3:19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados;”
Para pasar del estado de desgracia, en el cual prevalece el pecado original, al de gracia, de gracia santificante, del estado de pecaminosidad al de salvación, los dos únicos requisitos son el arrepentimiento total y la metamorfosis de corazón al Redentor. El redimido que murió al lado de Jesús en la cruz no se bautizó ni pasó por el purgatorio y hoy está sentado en el sofá de la casa del Padre, como todos los niños muertos en el planeta.
Catecismo de
“En cuanto a los niños muertos sin bautismo,
El Vaticano ora por la salvación de los niños fallecidos sin bautismo, desestimando descaradamente la expresión de Jesús “de los tales es el reino de Dios”. Obviamente si desconocen el destino de un bebé fallecido no bautizado que jamás pecó, no saben donde están parados ni para donde van ( Lucas 18:16). Una religión así no es confiable.
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